El miedo a perder, nos hace perder
ANTOINE FILISSIADIS, ENTRENADOR EMOCIONAL
"El miedo a perder nos hace perder"
Tengo 52 años, nací en Atenas y viví en Bruselas. He realizado mi sueño: vivir frente al mar en Chipre y escribir. Imparto seminarios, cursos y conferencias sobre cómo vencer miedos y cumplir los propios sueños. Tengo tres hijos (32, 30 y 25 años). Creo en la libertad y en una fuerza superior al caos. Como la araña, tejes una tela sin saberlo
VÍCTOR-M. AMELA - 00:00 horas - La Vanguardia 03/01/2005
-¿Puedo yo cumplir cualquiera de mis sueños?
-Sí.
-¿Sí?
-Sí, pero antes debería saber usted cuáles son sus sueños...
-Muy bien. ¿Y luego?
-Un momento, un momento: no es tan fácil saber cuáles son nuestros sueños...
-¿Por qué no?
-Porque nos los negamos, los reprimimos.
-¿Cómo lo sabe?
-Por experiencia: en mis seminarios pido a los participantes que levanten la mano si tienen algún sueño. ¡Muchos no la levantan!
-¿No tienen sueños?
-No se atreven a soñar. Por lo que sea, han llegado a la conclusión de que los sueños no son para ellos: ¡han abandonado la vida! Para mí, están muertos.
-¿Y cómo les ayuda usted?
-Les doy a todos los presentes diez minutos para que me escriban en un papel todos sus sueños. ¡Y les cuesta muchísimo! Casi todos me escriben sólo uno o dos sueños...
-Bueno, quizá no tengan más...
-¿Y por qué no? ¿Por qué nos limitamos a un sueño o dos? Yo les devuelvo el papel y les insto a enumerar al menos 25 sueños.
-¡Veinticinco! ¿Tantos?
-¿Tantos, dice? ¿Y por qué no cuarenta o cincuenta? Le parecen... ¿demasiados?
-Bien, lo haré. Y cuando tenga redactada mi lista de 25 sueños, ¿qué?
-Circunde con el bolígrafo los cinco sueños de la lista que más lamentaría no haber realizado al final de su vida.
-Y cuando los tenga ya escogidos, ¿qué?
-Elija uno... y realícelo.
-Pero... no es tan fácil.
-¡Cuánto miedo tenemos a soñar!
-Hombre, es que la vida da unos palos...
-Y decidimos matarla, morir en vida. Es el miedo, miedo a fracasar, miedo a perder...
-Claro...
-Pero es que cuando tienes miedo a perder... ¡ya has perdido! Es justamente el miedo a perder lo que te hace perder.
-¿Vivir es atreverse a soñar?
-Sí, porque si superas tu miedo a perder... ¡ya has ganado! Eso sí: cumplir tu sueño exige un precio. Y tienes que estar dispuesto a pagarlo.
-Y si no, ¿qué?
-En el momento en que estés dispuesto a pagar ese precio..., te saldrá ya gratis. Y si pretendes ahorrártelo..., ¡acabarás pagándolo!
-¿Algún ejemplo?
-Michael, un amigo mío inglés, dueño de un pequeño y próspero hotel, se sentía muy desgraciado: su sueño irrealizado era vivir en una casa junto al mar... Le dije que hay que cumplir los propios sueños o estás muerto: "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir", escribió Jung...
-¿La vida no vivida... mata?
-Eso. Michael realizó su sueño. Se fue a Chipre, a un lugar maravilloso frente al mar. Y, al cabo de un año, estaba gordo, feo, abandonado, triste. Despertaba por la mañana sin saber qué hacer de sus días...
-Pero... ¿no era aquél su sueño?
-Vendió la casa y recuperó su negocio hotelero, y hoy trabaja como un loco veinte horas al día en Londres... ¡y está feliz!
-Deme un consejo para lograrlo.
-Sí. El paraíso es siempre un fantasma: atrevámonos a mirarlo a la cara. Y descubramos si se evapora o no. El paraíso es... lo que haces de tu vida, es tomarle placer a tu vida.
-Deme un consejo para lograrlo.
- No hacemos caso a los consejos..., y hacemos bien. Un consejo es peligroso. Cada uno tiene que experimentar todo por sí mismo...
- Entonces, ¿qué les dice a sus alumnos?
- Empiezo diciéndoles la gran verdad: "Os moriréis".
- Pues vaya gracia...
-¡Es muy importante ser bien conscientes de eso, para aprovechar bien el tiempo!
-¿Para qué?
-Para vivir. Todos tenemos algo dentro, y hay que explotarlo. Cada mañana, ante el espejo, yo me pregunto: "¿Qué puedo hacer hoy para vivir este día, vivirlo a fondo?".
-¿Y qué se responde?
-Ingenio la manera de meterle fuegos articiales al día, de meterle locura... ¡Hay que estar un poco loco! Lo que me propongo es meterle pasión al día: ¡una gran pasión por día!
-Buen lema.
-Luego será demasiado tarde... Procuro vivir cada acto, cada momento de mi día como un placer. Esta charla, ahora..., ¡qué placer!
-Es cuestión de proponérselo, ¿no?
-Sí. Y tengo una ayudita: cada vez que tengo alguna duda..., le consulto a la muerte.
-¿A la muerte?
-Sí: me imagino muerto al lado, y me pregunto. ¡Y las respuestas son siempre sabias!
-¿Qué se dice usted desde la muerte?
-"¡Estás vivo!". Y que no me queje de estar vivo. Y que es un privilegio estar vivo.
-¿Algún truco más?
-Toma un folio y redacta tu testamento personal: todo lo que antes de morir querrías decirle a tu mujer, a tus hijos, a cada amigo... Y, luego, date cuenta de algo: ¡estás vivo! Así que cítate con cada uno de ellos y léele a cada uno su parte. Es emocionante. ¡Hazlo ya!
-¿Luego podré morirme en paz?
-Muere en paz quien vive en paz. Teme morir quien teme vivir. ¡Qué suerte no saber qué día morirás!: te obliga a vivir cada día como una fiesta, pues quizá sea el último...
-Todas estas reflexiones, ¿llevan a alguno de sus alumnos a mejorar su vida?
-Recuerdo a un señor que me dijo: "Antoine, anoche llegué a casa, me senté al pie de la cama de mis hijos... y les miré dormir". ¡Es eso!, ¿no es excepcional?, y sí, es excepcional.
----------------------------------------------
ANTOINE FILISSIADIS, con esta entrevista, quiere hacernos ver que los sueños hay que cumplirlos para vivir. Atreverse a soñar, es vivir.
Los sueños son metas que siempre nos proponemos pero que casi nunca nos atrevemos a alcanzar por miedo. Filissiadis nos asegura en ésta entrevista que el miedo a perder nos hace perder, y que quien no cumple sus sueños, se está matando en vida.
Antoine Filissiadis nació en 1951 en Chipre, en la isla de Afrodita. Es un escritor, conferenciante y formador, imparte seminarios, cursos y talleres de motivación y autorrealización desde 1983. Filissiadis quiere demostrarnos que nosotros mismos podemos elegir nuestra vida, nos incita a enunciar nuestros sueños y a perseguirlos hasta conseguir cumplirlos. El sueño de éste autor era retirarse junto al mar y escribir un libro que fuese un éxito, lo hizo realidad y el protagonista es el propio Filissiadis.
Todo el mundo puede cumplir sus sueños, siempre y cuando cada uno conozca cuales son sus sueños.
No es fácil conocer nuestros sueños, porque siempre intentamos evitarlos, nos dan miedo, ya que creemos o pensamos que nuestra vida puede cambiar radicalmente y no tenemos la certeza de que ese cambio pueda ser positivo o negativo, no nos atrevemos a soñar.
La gente que no sueña, está muerta en vida, si no sueñas es porque no deseas nada o simplemente no te conformas con la vida cotidiana.
No debemos limitarnos o conformarnos con tener sólo un sueño o dos, deberíamos tener muchísimos sueños que cumplir, y por lo menos realizar uno antes de que nuestra vida se acabe.
Cumplir un sueño exige un precio que debemos pagar para hacerlo realidad, si lo pagamos, sale gratis. Filissiadis comenta que si te lo ahorras será cuando lo tengas que pagar. Si no cumples algo que deseas, morirás con las ganas de haberlo hecho.
Para cumplir el sueño debemos cambiar rotundamente nuestra vida, depende de qué sueño tengamos cada uno, nuestra vida cambia mas o menos.
Como el sueño es una meta, sólo se trata de un cierto tiempo, cuando ya hemos alcanzado esa meta...al cabo de un tiempo, volveremos a nuestra vida normal y rutinaria, pero con la diferencia de que ya tenemos un sueño menos que cumplir.
El entrevistado cita una frase de Jung: La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.
Carl Gustav Jung vivió de 1875 a 1961, fue un Psiquiatra y Psicólogo suizo, y fundó la escuela de Psicología Analítica. Jung ensanchó el acercamiento psicoanalítico de Sigmund Freud, interpretando disturbios mentales y emocionales como tentativa de encontrar integridad personal y espiritual.
El paraíso es tomarle placer a la vida. Cada uno de nosotros debemos enfrentarnos a él cara a cara, tenemos que afrontarlo por nosotros mismos.
Debemos disfrutar cada día como si fuese el último que vamos a vivir. Hay que aprovechar el tiempo, con lo que estoy completamente de acuerdo porque nunca se sabe cuando dejaremos de existir.
Sólo teme morir, quien teme vivir, según Antoine Filissiadis.
Personalmente creo que todo lo que se dice en ésta entrevista refleja perfectamente lo que sucede a diario, el miedo a vivir y a morir.
Estoy de acuerdo con el autor en que todos tenemos muchos sueños que cumplir, y que al menos deberíamos hacer realidad uno de ellos.
Nos da miedo pensar, en que si cumplimos un sueño, podríamos perder todo lo que en ese momento tenemos (por ejemplo: trabajo). Cumplir un sueño es una meta impuesta por nosotros mismos, y creo que todo el mundo debería traspasarla al menos una vez en la vida.
"El miedo a perder nos hace perder"
Tengo 52 años, nací en Atenas y viví en Bruselas. He realizado mi sueño: vivir frente al mar en Chipre y escribir. Imparto seminarios, cursos y conferencias sobre cómo vencer miedos y cumplir los propios sueños. Tengo tres hijos (32, 30 y 25 años). Creo en la libertad y en una fuerza superior al caos. Como la araña, tejes una tela sin saberlo
VÍCTOR-M. AMELA - 00:00 horas - La Vanguardia 03/01/2005
-¿Puedo yo cumplir cualquiera de mis sueños?
-Sí.
-¿Sí?
-Sí, pero antes debería saber usted cuáles son sus sueños...
-Muy bien. ¿Y luego?
-Un momento, un momento: no es tan fácil saber cuáles son nuestros sueños...
-¿Por qué no?
-Porque nos los negamos, los reprimimos.
-¿Cómo lo sabe?
-Por experiencia: en mis seminarios pido a los participantes que levanten la mano si tienen algún sueño. ¡Muchos no la levantan!
-¿No tienen sueños?
-No se atreven a soñar. Por lo que sea, han llegado a la conclusión de que los sueños no son para ellos: ¡han abandonado la vida! Para mí, están muertos.
-¿Y cómo les ayuda usted?
-Les doy a todos los presentes diez minutos para que me escriban en un papel todos sus sueños. ¡Y les cuesta muchísimo! Casi todos me escriben sólo uno o dos sueños...
-Bueno, quizá no tengan más...
-¿Y por qué no? ¿Por qué nos limitamos a un sueño o dos? Yo les devuelvo el papel y les insto a enumerar al menos 25 sueños.
-¡Veinticinco! ¿Tantos?
-¿Tantos, dice? ¿Y por qué no cuarenta o cincuenta? Le parecen... ¿demasiados?
-Bien, lo haré. Y cuando tenga redactada mi lista de 25 sueños, ¿qué?
-Circunde con el bolígrafo los cinco sueños de la lista que más lamentaría no haber realizado al final de su vida.
-Y cuando los tenga ya escogidos, ¿qué?
-Elija uno... y realícelo.
-Pero... no es tan fácil.
-¡Cuánto miedo tenemos a soñar!
-Hombre, es que la vida da unos palos...
-Y decidimos matarla, morir en vida. Es el miedo, miedo a fracasar, miedo a perder...
-Claro...
-Pero es que cuando tienes miedo a perder... ¡ya has perdido! Es justamente el miedo a perder lo que te hace perder.
-¿Vivir es atreverse a soñar?
-Sí, porque si superas tu miedo a perder... ¡ya has ganado! Eso sí: cumplir tu sueño exige un precio. Y tienes que estar dispuesto a pagarlo.
-Y si no, ¿qué?
-En el momento en que estés dispuesto a pagar ese precio..., te saldrá ya gratis. Y si pretendes ahorrártelo..., ¡acabarás pagándolo!
-¿Algún ejemplo?
-Michael, un amigo mío inglés, dueño de un pequeño y próspero hotel, se sentía muy desgraciado: su sueño irrealizado era vivir en una casa junto al mar... Le dije que hay que cumplir los propios sueños o estás muerto: "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir", escribió Jung...
-¿La vida no vivida... mata?
-Eso. Michael realizó su sueño. Se fue a Chipre, a un lugar maravilloso frente al mar. Y, al cabo de un año, estaba gordo, feo, abandonado, triste. Despertaba por la mañana sin saber qué hacer de sus días...
-Pero... ¿no era aquél su sueño?
-Vendió la casa y recuperó su negocio hotelero, y hoy trabaja como un loco veinte horas al día en Londres... ¡y está feliz!
-Deme un consejo para lograrlo.
-Sí. El paraíso es siempre un fantasma: atrevámonos a mirarlo a la cara. Y descubramos si se evapora o no. El paraíso es... lo que haces de tu vida, es tomarle placer a tu vida.
-Deme un consejo para lograrlo.
- No hacemos caso a los consejos..., y hacemos bien. Un consejo es peligroso. Cada uno tiene que experimentar todo por sí mismo...
- Entonces, ¿qué les dice a sus alumnos?
- Empiezo diciéndoles la gran verdad: "Os moriréis".
- Pues vaya gracia...
-¡Es muy importante ser bien conscientes de eso, para aprovechar bien el tiempo!
-¿Para qué?
-Para vivir. Todos tenemos algo dentro, y hay que explotarlo. Cada mañana, ante el espejo, yo me pregunto: "¿Qué puedo hacer hoy para vivir este día, vivirlo a fondo?".
-¿Y qué se responde?
-Ingenio la manera de meterle fuegos articiales al día, de meterle locura... ¡Hay que estar un poco loco! Lo que me propongo es meterle pasión al día: ¡una gran pasión por día!
-Buen lema.
-Luego será demasiado tarde... Procuro vivir cada acto, cada momento de mi día como un placer. Esta charla, ahora..., ¡qué placer!
-Es cuestión de proponérselo, ¿no?
-Sí. Y tengo una ayudita: cada vez que tengo alguna duda..., le consulto a la muerte.
-¿A la muerte?
-Sí: me imagino muerto al lado, y me pregunto. ¡Y las respuestas son siempre sabias!
-¿Qué se dice usted desde la muerte?
-"¡Estás vivo!". Y que no me queje de estar vivo. Y que es un privilegio estar vivo.
-¿Algún truco más?
-Toma un folio y redacta tu testamento personal: todo lo que antes de morir querrías decirle a tu mujer, a tus hijos, a cada amigo... Y, luego, date cuenta de algo: ¡estás vivo! Así que cítate con cada uno de ellos y léele a cada uno su parte. Es emocionante. ¡Hazlo ya!
-¿Luego podré morirme en paz?
-Muere en paz quien vive en paz. Teme morir quien teme vivir. ¡Qué suerte no saber qué día morirás!: te obliga a vivir cada día como una fiesta, pues quizá sea el último...
-Todas estas reflexiones, ¿llevan a alguno de sus alumnos a mejorar su vida?
-Recuerdo a un señor que me dijo: "Antoine, anoche llegué a casa, me senté al pie de la cama de mis hijos... y les miré dormir". ¡Es eso!, ¿no es excepcional?, y sí, es excepcional.
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ANTOINE FILISSIADIS, con esta entrevista, quiere hacernos ver que los sueños hay que cumplirlos para vivir. Atreverse a soñar, es vivir.
Los sueños son metas que siempre nos proponemos pero que casi nunca nos atrevemos a alcanzar por miedo. Filissiadis nos asegura en ésta entrevista que el miedo a perder nos hace perder, y que quien no cumple sus sueños, se está matando en vida.
Antoine Filissiadis nació en 1951 en Chipre, en la isla de Afrodita. Es un escritor, conferenciante y formador, imparte seminarios, cursos y talleres de motivación y autorrealización desde 1983. Filissiadis quiere demostrarnos que nosotros mismos podemos elegir nuestra vida, nos incita a enunciar nuestros sueños y a perseguirlos hasta conseguir cumplirlos. El sueño de éste autor era retirarse junto al mar y escribir un libro que fuese un éxito, lo hizo realidad y el protagonista es el propio Filissiadis.
Todo el mundo puede cumplir sus sueños, siempre y cuando cada uno conozca cuales son sus sueños.
No es fácil conocer nuestros sueños, porque siempre intentamos evitarlos, nos dan miedo, ya que creemos o pensamos que nuestra vida puede cambiar radicalmente y no tenemos la certeza de que ese cambio pueda ser positivo o negativo, no nos atrevemos a soñar.
La gente que no sueña, está muerta en vida, si no sueñas es porque no deseas nada o simplemente no te conformas con la vida cotidiana.
No debemos limitarnos o conformarnos con tener sólo un sueño o dos, deberíamos tener muchísimos sueños que cumplir, y por lo menos realizar uno antes de que nuestra vida se acabe.
Cumplir un sueño exige un precio que debemos pagar para hacerlo realidad, si lo pagamos, sale gratis. Filissiadis comenta que si te lo ahorras será cuando lo tengas que pagar. Si no cumples algo que deseas, morirás con las ganas de haberlo hecho.
Para cumplir el sueño debemos cambiar rotundamente nuestra vida, depende de qué sueño tengamos cada uno, nuestra vida cambia mas o menos.
Como el sueño es una meta, sólo se trata de un cierto tiempo, cuando ya hemos alcanzado esa meta...al cabo de un tiempo, volveremos a nuestra vida normal y rutinaria, pero con la diferencia de que ya tenemos un sueño menos que cumplir.
El entrevistado cita una frase de Jung: La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir.
Carl Gustav Jung vivió de 1875 a 1961, fue un Psiquiatra y Psicólogo suizo, y fundó la escuela de Psicología Analítica. Jung ensanchó el acercamiento psicoanalítico de Sigmund Freud, interpretando disturbios mentales y emocionales como tentativa de encontrar integridad personal y espiritual.
El paraíso es tomarle placer a la vida. Cada uno de nosotros debemos enfrentarnos a él cara a cara, tenemos que afrontarlo por nosotros mismos.
Debemos disfrutar cada día como si fuese el último que vamos a vivir. Hay que aprovechar el tiempo, con lo que estoy completamente de acuerdo porque nunca se sabe cuando dejaremos de existir.
Sólo teme morir, quien teme vivir, según Antoine Filissiadis.
Personalmente creo que todo lo que se dice en ésta entrevista refleja perfectamente lo que sucede a diario, el miedo a vivir y a morir.
Estoy de acuerdo con el autor en que todos tenemos muchos sueños que cumplir, y que al menos deberíamos hacer realidad uno de ellos.
Nos da miedo pensar, en que si cumplimos un sueño, podríamos perder todo lo que en ese momento tenemos (por ejemplo: trabajo). Cumplir un sueño es una meta impuesta por nosotros mismos, y creo que todo el mundo debería traspasarla al menos una vez en la vida.
5 comentarios
carlos leonardo suárez leon -
kuper -
Emi -
¿Miedo a qué?
Es algo que individualmente tenemos que dilucidar.
DESÉALO CON LA FUERA DE TU CORAZÓN Y SE TE CUMPLIRÁ!!!ÉXITOS!!..
Mia -
wÖ! -